Este artículo quiero dedicárselo a alguien muy especial, no
solo para mí, sino para todos los béticos del mundo. Desde hace un tiempo se
lleva mereciendo unas palabras. Así, espero escribir en representación de todo
el mundo bético, y quizá de todo el fútbol español, al hacerlo sobre Joaquín
Sánchez Rodríguez.
Joaquín entra a la cantera del Real Betis Balompié en 1997
cuando ya tenía 16 años. El 20 de agosto del año 2000, y dos semanas más tarde
lo hizo de forma oficial en Segunda División. Esta primera etapa bética le duró
seis años en los que consiguió el premio Don Balón “jugador revelación” en
2002, la Copa del Rey en el año 2005 y participar en la UEFA Champions League
en la temporada 2005-06, todo ello en 218 partidos donde marcó 31 goles y dio
54 asistencias. A nivel nacional participó en los Mundiales de Corea del Sur y
Japón (2002) y Alemania (2006), y en la Eurocopa de Portugal (2004).
En 2006 salió del Betis con destino al Valencia CF por 25
millones de euros. Allí estuvo cinco temporadas. Tras ello se fue al Málaga
donde estuvo dos temporadas, y de allí puso rumbo a su único club fuera de
España, la Fiorentina, por otros dos años hasta volver a recalar en el Betis.
Joaquín durante su primera etapa en el Betis. Fuente: manquepierda.com |
Su triunfal regreso (el cual duró hasta el último instante,
ya que fue el último fichaje en aquel verano de 2015, en concreto el 31 de
agosto a las 23:59) dejó muchas dudas sobre si quería vivir una segunda etapa
gloriosa o si lo hacía para retirarse en el club que le vio nacer. Joaquín siempre
lo tuvo claro: él no ha venido a retirarse, de momento.
Presentación de Joaquín en su segunda etapa. Fuente: marca.com |
Así podría seguir, dando números y estadísticas, pero
Joaquín no es eso. Es desborde, es calidad, es velocidad, es la finta y el
sprint, es la Joaquininha. Él es
mucho más que un gran jugador de fútbol: él es un símbolo.
Porque cuando Joaquín juega, todo el mundo sabe que él es
peligroso. Da igual que tenga 36 años, él sigue dando miedo. Si bien ya no
tiene una alta velocidad punta, sí tiene descaro, desborde, precisión, y aunque
suene contradictorio, sigue siendo veloz. A todo ello se suma algo muy
importante: él es bético, él siente los colores como si fueran su vida, porque
para Joaquín, el Betis es su vida. Y eso lo transmite a todos los compañeros y
miembros del cuerpo técnico.
Pero Joaquín también es un fenómeno fuera del campo. Él lleva
al Betis a donde nadie ha podido, y eso es al resto de clubes. Porque dentro de
todo aficionado (exceptuando los sevillistas) hay una parte de él a la que “le
cae bien el Betis”, y eso es gracias a Joaquín.
El del Puerto de Santa María ha ido a muchas entrevistas en
la televisión de programas populares. Destacan “El Hormiguero”, donde va a tener
una colaboración fija o “Mi casa es la tuya”, donde habló con Bertín y contó
con todo detalle algunas de sus mejores anécdotas.
La primera de ellas fue que se casó con la Copa del Rey
detrás de él, ya que don Manuel Ruiz de Lopera la puso allí para que se viera
bien. Contó su fichaje de un día por el Albacete: “me fui para Albacete,
obligado por Lopera que si no me ponía una multa de millones de euros. Y allí
que me presenté. Aquello no estaba abierto, claro, si no me esperaba nadie. Y
me cogí al tío de la grúa para que diera fe junto con un notario de que me había
presentado allí. Y me volví para Sevilla y luego ya se finiquitó mi contrato y
me fui al Valencia” (Transcripción del diario Marca).
Otra de aquellas anécdotas fue la famosa fiesta de Halloween
en casa de Benjamín, en la que también se presentó el presidente, o incluso que
le puso un detective y este le pidió a Lopera un aumento de sueldo porque
llevaba cinco días sin ver a su familia.
Joaquín ha sido invitado a otros programas, como el de
Buenafuente, donde contó que el propio José Mourinho le llamó para que se fuera
al Chelsea, o a “Feis tu feis”, de su tocayo Joaquín Reyes, donde contó uno de
los chistes más graciosos que de él recuerdo.
Porque Joaquín cuenta chistes, y lo hace muy bien (no tanto como hablar italiano). Pero su
mejor historia, sin duda, fue cuando contó que su hobby era el tenis. Más adelante,
en el programa de “El Hormiguero” confesó que su verdadero hobby era tumbarse
en el sofá a descansar y ver la tele, pero eso no iba a quedar bien en el
programa.