jueves, 28 de septiembre de 2017

JOAQUÍN: LEYENDA DENTRO Y FUERA DEL CAMPO

Este artículo quiero dedicárselo a alguien muy especial, no solo para mí, sino para todos los béticos del mundo. Desde hace un tiempo se lleva mereciendo unas palabras. Así, espero escribir en representación de todo el mundo bético, y quizá de todo el fútbol español, al hacerlo sobre Joaquín Sánchez Rodríguez.

Joaquín entra a la cantera del Real Betis Balompié en 1997 cuando ya tenía 16 años. El 20 de agosto del año 2000, y dos semanas más tarde lo hizo de forma oficial en Segunda División. Esta primera etapa bética le duró seis años en los que consiguió el premio Don Balón “jugador revelación” en 2002, la Copa del Rey en el año 2005 y participar en la UEFA Champions League en la temporada 2005-06, todo ello en 218 partidos donde marcó 31 goles y dio 54 asistencias. A nivel nacional participó en los Mundiales de Corea del Sur y Japón (2002) y Alemania (2006), y en la Eurocopa de Portugal (2004).

Joaquín durante su primera etapa en el Betis. Fuente: manquepierda.com
En 2006 salió del Betis con destino al Valencia CF por 25 millones de euros. Allí estuvo cinco temporadas. Tras ello se fue al Málaga donde estuvo dos temporadas, y de allí puso rumbo a su único club fuera de España, la Fiorentina, por otros dos años hasta volver a recalar en el Betis.

Su triunfal regreso (el cual duró hasta el último instante, ya que fue el último fichaje en aquel verano de 2015, en concreto el 31 de agosto a las 23:59) dejó muchas dudas sobre si quería vivir una segunda etapa gloriosa o si lo hacía para retirarse en el club que le vio nacer. Joaquín siempre lo tuvo claro: él no ha venido a retirarse, de momento.

Presentación de Joaquín en su segunda etapa. Fuente: marca.com
En la temporada 2015-16 jugó 30 partidos en los que marcó 1 gol y dio 5 asistencias, y en la 2016-17 hizo 3 goles y dio 4 asistencias. No parece demasiado, pero esto se debe a que las dos últimas temporadas hubo un jugador que decidió ocupar todos los focos: Don Rubén Castro Martín. Esta temporada, Joaquín ya lleva dos goles en estas seis jornadas que llevamos, los cuales valieron para la victoria frente al Deportivo de la Coruña.

Así podría seguir, dando números y estadísticas, pero Joaquín no es eso. Es desborde, es calidad, es velocidad, es la finta y el sprint, es la Joaquininha. Él es mucho más que un gran jugador de fútbol: él es un símbolo.



Porque cuando Joaquín juega, todo el mundo sabe que él es peligroso. Da igual que tenga 36 años, él sigue dando miedo. Si bien ya no tiene una alta velocidad punta, sí tiene descaro, desborde, precisión, y aunque suene contradictorio, sigue siendo veloz. A todo ello se suma algo muy importante: él es bético, él siente los colores como si fueran su vida, porque para Joaquín, el Betis es su vida. Y eso lo transmite a todos los compañeros y miembros del cuerpo técnico.

Pero Joaquín también es un fenómeno fuera del campo. Él lleva al Betis a donde nadie ha podido, y eso es al resto de clubes. Porque dentro de todo aficionado (exceptuando los sevillistas) hay una parte de él a la que “le cae bien el Betis”, y eso es gracias a Joaquín.

El del Puerto de Santa María ha ido a muchas entrevistas en la televisión de programas populares. Destacan “El Hormiguero”, donde va a tener una colaboración fija o “Mi casa es la tuya”, donde habló con Bertín y contó con todo detalle algunas de sus mejores anécdotas.

La primera de ellas fue que se casó con la Copa del Rey detrás de él, ya que don Manuel Ruiz de Lopera la puso allí para que se viera bien. Contó su fichaje de un día por el Albacete: “me fui para Albacete, obligado por Lopera que si no me ponía una multa de millones de euros. Y allí que me presenté. Aquello no estaba abierto, claro, si no me esperaba nadie. Y me cogí al tío de la grúa para que diera fe junto con un notario de que me había presentado allí. Y me volví para Sevilla y luego ya se finiquitó mi contrato y me fui al Valencia” (Transcripción del diario Marca).

Otra de aquellas anécdotas fue la famosa fiesta de Halloween en casa de Benjamín, en la que también se presentó el presidente, o incluso que le puso un detective y este le pidió a Lopera un aumento de sueldo porque llevaba cinco días sin ver a su familia.

Joaquín ha sido invitado a otros programas, como el de Buenafuente, donde contó que el propio José Mourinho le llamó para que se fuera al Chelsea, o a “Feis tu feis”, de su tocayo Joaquín Reyes, donde contó uno de los chistes más graciosos que de él recuerdo.



Porque Joaquín cuenta chistes, y lo hace muy bien (no tanto como hablar italiano). Pero su mejor historia, sin duda, fue cuando contó que su hobby era el tenis. Más adelante, en el programa de “El Hormiguero” confesó que su verdadero hobby era tumbarse en el sofá a descansar y ver la tele, pero eso no iba a quedar bien en el programa.



Este es Joaquín, una leyenda dentro y fuera del campo. Y siempre lo va a ser, siempre habrá un Joaquín Sánchez dentro de nosotros. Porque él no es solo chistes y buenas anécdotas, pero tampoco es solo la finta y el sprint. Joaquín es la personificación del Real Betis Balompié.